Los que caminamos de noche sabemos,
que es un engaño el sabor a exceso que nos vende.
La noche huele a sudor, anfeta y desilusión
y el amanecer es la frontera del fracaso
Pues por muy bien que se haya dado
siempre vuelves andando a casa
solo o muy mal acompañado
desilusión, ojeras, mala cara,
en el recuerdo la presencia
de la derrota constante,
sexo, droga, Rock & roll
... y su ausencia.
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