viernes, 24 de febrero de 2012

Entre ayer y mañana.

Y de repente, ese espacio de tiempo que tan bien conozco, entre ayer y mañana, se cuela una vez mas un lejano recuerdo, lejano en tiempo, no en espacio, pues ocupa lo largo y ancho de mi existir, un montón de papeles caen en mis manos, manos vacuas ahora que no te tocan, ahora que solo acarician un viejo papel, viejo papel que trajo el recuerdo aquel, ese recuerdo tan lejano, pero tan profundo que no puedo sacarlo arrancando la piel, apenas llego ahora al hueso y siento que el recuerdo soy todo yo, y eso no hay forma de extirparlo, tendré que aprender a vivir contigo estando sin ti, a compartir mi espacio y mi tiempo con ese lejano recuerdo, aquel que en este espacio de tiempo, entre ayer y mañana, me levanto de la cama, y me hizo otra vez envejecer...

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